El alcalde de Santa Marta envió un fuerte mensaje tras conocer la decisión del Congreso de la República que declara al estadio Eduardo Santos como Patrimonio Cultural y Deportivo de la Nación.
La ley 1888 del 10 de mayo, firmada por el Ministerio de Educación, Hacienda y Cultura, pone un freno a la Administración local de convertir el escenario en una arena multipropósito con capacidad para 4 mil personas. Dicho plan data de la gestión del exalcalde Carlos Caicedo. Por su parte, Martínez apoya la idea de demoler el Eduardo Santos y manifestó su disgusto al enterarse de la noticia.
El mandatario distrital expresó que hay proyectos más importantes que aún esperan viabilidad. “Congresistas del Magdalena hicieron lobby para mantener costoso funcionamiento del estadio Mientras APP de agua y alcantarillado espera viabilidad del Gobierno Nacional. No les importa. Siempre han actuado así, de espalda a la gente y a favor de sus caprichos”, puntualizó.
Asimismo, dijo que MinHacienda y MinCultura nunca consultaron razones de fondo del Distrito para demoler Eduardo Santos. “Grábense los nombres cuando tengamos que pedir recursos que prometen, seguro nunca aparecerán. Alianzas entre centralismo y caciques regionales mantienen al país atado al pasado”, agregó.
De igual forma, indicó que “la posición como Distrito sigue en pie: ni un peso de los contribuyentes samarios para un estadio que se cae a pedazos. Recursos los necesitamos para obras que generen desarrollo y empleo formal como el Centro de Ferias y Convenciones que tanta falta le hace a la ciudad”.
Por su parte, el presidente de la Odebo y el Comité Olímpico Colombiano (COC), Baltazar Medina, también mostró su descontento por la Ley. “La ley 1888 que declara el estadio Eduardo Santos de Santa Marta, como patrimonio Histórico y Cultural no previó dos cosas importantes: de dónde saldrán los recursos para su costosa restauración y qué uso va a tener, o sea que las posibilidades de que se siga cayendo son todas”, concluyó.
Ahora todo queda en manos del Gobierno, que debe girar los recursos para la restauración y adecuación del deteriorado campo, donde en el 1968 Unión Magdalena se coronó campeón.
