Sin solución sigue el problema de las aguas negras que van a dar a la Bahía de Santa Marta y que forman una especie de laguna junto a la playa, lo que constituye un serio problema ambiental, sin contar con el mal aspecto y el fétido olor que provocan en una de las zonas más concurridas de la ciudad. En la gráfica, al fondo, se observa el movimiento de propios y turistas en el Camellón Rodrigo de Bastidas, y en primer plano unas palomas que, inocentes, revolotean sobre las aguas putrefactas.
La Biblioteca Pública Virgilio Barco de Bogotá fue el escenario elegido para compartir esta iniciativa que busca transformar vidas a través de la magia de los libros.