Cansados de los retrasos en la construcción del I.E.D. Rodrígo de Bastidas, del problema de rebosamiento de aguas residuales, de un parque entregado sin terminar, entre otros inconvenientes, la comunidad se tomó las calles para exigir soluciones
Por: Vicky Cianci
Redacción EL INFORMADOR
Fotos: Orlando Marchena
La suma de diversos problemas llevó a los habitantes del barrio Bastidas a tomar las calles la semana pasada, solo así lograron llamar la atención sobre los inconvenientes que los aquejan.
“Una cosa sumada a otra nos ha llevado a esta situación, no es protestar porque sí, es que tenemos demasiados motivos para hacerlo”, aseguró el presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Bastidas, Juan José Vargas, quien junto a EL INFORMADOR hizo un extenso recorrido por el barrio y mostró una a una las situaciones a las que desde hace tiempo se enfrentan los moradores.
El cuento de nunca acabar
En el año 2015 fue demolida la sede del I.E.D. Rodrigo de Bastidas, donde tres mil alumnos del sector recibían clases. Cuando derribaron la edificación donde los niños se formaban, también echaron abajo los sueños de tener una educación digna, al menos a corto plazo.
La promesa era que se intervendrían cuatro mil 451 metros en cinco meses, lo que daría como resultado una nueva planta física de tres pisos, donde los pequeños estarían mejor y más cómodos.
Hoy, dos años después, no se sabe a ciencia cierta cuándo se culminarán los trabajos, ya que la obra sigue en total abandono.
Para captar las imágenes de la obra, el equipo de EL INFORMADOR tuvo que hacer peripecias, ya que el matorral que creció alrededor de lo que algún día será la I.E.D. Rodrigo de Bastidas imposibilita su visibilidad. Literalmente la maleza se tragó a la futura escuela.
Son múltiples las irregularidades que rondan las obras de mejoramiento del colegio. En un principio se proyectó por un costo de 11 mil millones de pesos a los que, pese a no tener los porcentajes de avances establecidos por la ley, les fueron adicionados más de dos mil millones, elevando el costo de la edificación a más de 13 mil millones de pesos.
“La construcción del colegio lleva dos años que han traído caos. Nos preocupa que en los contratos hay elementos raros, no se hacen efectivas las Pólizas de Cumplimiento, algunos contratistas son favorecidos porque al parecer dieron en campaña electoral un 15 por ciento del anticipo de la obra y ahora piden adiciones presupuestales que –el alcalde- Rafael Martínez no tiene argumentos para negar. Las obras están retrasadas y no hay quien haga frente, los contratistas hacen lo que les da la gana”, denunció Edilfonso Orozco Barros, presidente de la Veeduría de Obras de Infraestructura Medio Ambiente y Servicios Públicos del barrio Bastidas.
Rebosamiento de aguas residuales
Los habitantes del barrio también deben lidiar con la inundación de aguas proveniente de las alcantarillas, que se presentan cuando los registros del alcantarillado colapsan simultáneamente, generando todo tipo de incomodidades. La comunidad espera que sus calles hagan parte del proceso de recuperación y que los trabajos se hagan pronto, pues no pueden seguir viviendo con un latente problema de salud pública.
A través de EL INFORMADOR los habitantes de la Localidad Dos, denunciaron el grave problema de derramamiento de aguas negras, haciendo un llamado a la entidad encargada (Essmar), para que atienda la emergencia que se presenta en la comunidad y ejecuten trabajos de limpiezas y arreglos a las tuberías de la localidad.
En las imágenes captadas por este medio de comunicación se evidencia la situación que presenta en Bastidas: una propulsión de líquido contaminado sale de las alcantarillas. Algunos motociclistas, transeúntes, ciclistas y conductores se sienten afectados por esta situación.
El parque de la inseguridad
En diciembre del año pasado fue inaugurado el parque de Bastidas, lugar donde se congregan familias enteras de la Localidad Dos. La rehabilitación del espacio, ubicado al nororiente de la ciudad, tuvo un costo de 75 millones 926 mil 140 pesos.
A pesar de que este parque tiene poco tiempo de haber sido inaugurado ya se encuentra en mal estado; son reprochables las condiciones en las que a la fecha se encuentra. La comunidad denuncia que los mismos moradores del sector son los responsables del estado de deterioro de los elementos recreativos con los que el distrito dotó el lugar.
Este parque tiene un agravante y es que sigue sin terminar: le hacen falta las bancas, tiene jardines inconclusos, entre otros elementos.
Una alberca denota la falta de previsión del arquitecto, ingeniero, director de la obra y los interventores, quienes no tuvieron en cuenta un sistema de riego para las zonas verdes ni si la solución era una alberca que estuviera en un lugar que no representara peligro para los niños.
Este lugar donde se almacena agua tiene una cubierta que está totalmente desprendida y aunque está a 50 centímetros sobre el nivel del suelo sigue siendo un peligro ante la inquietud y curiosidad de los menores.
Se hace urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y busquen una solución inmediata y definitiva a esta alberca destapada, antes de que cobre la vida de algún pequeño.
Juan José Vargas, presidente de la Junta de Acción Comunal de Bastidas, vive frente al parque y desde su casa se ha dedicado al cuidado del lugar, de igual manera es la persona que atiende los llamados de la comunidad, por eso toma la vocería de los habitantes del sector y pide a las autoridades locales que tengan conciencia con todos los problemas que agobian a estas familias y busquen soluciones.
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