Para que no quede ninguna duda, contundente afirmación entregó a la ciudad el candidato a la Alcaldía de Santa Marta por el Movimiento Fuerza Ciudadana Rafa Martínez al señalar que no le afectan las críticas de los opositores políticos en el sentido de que él representa las mismas ideas del alcalde Carlos Caicedo en la contienda electoral.
“A mí no me da pena decirlo, no me da miedo aceptarlo, claro que represento las ideas de Carlos Caicedo y de Fuerza Ciudadana del cual él es su líder natural, claro que mi propuesta está encaminada en continuar con las obras que él ha iniciado. Sus ideales son los mismos de nuestro Movimiento y estamos demostrando que el Estado debe garantizarle a los ciudadanos mejores condiciones y mayores oportunidades”, en tono enérgico aseguró.
Para el futuro mandatario del Distrito Rafa Martínez, la ciudad debe tener claro quién debe ser el sucesor de su mentor Carlos Caicedo, para ello debe acudir su corazón y a la conciencia para que defina de una vez por todas si le conviene este modelo de gobernar en función de las mayorías, demostrando inversión y buen manejo de los recursos públicos además de capacidad de gestión, o aquel modelo tradicional que por muchos tiempo gobernaron y ocasionaron que la ciudad se estancara en su desarrollo.
“Esta ciudad por más de cincuenta años se estancó, no se invertía o se gestionaba obras destinadas a mejorar la infraestructura de colegios, puestos de salud, vías, acueducto, en del aeropuerto, escenarios deportivos, parques y mucho menos se invertía en la gente más vulnerable, pero tres meses y siete meses , y asi como recuperamos la Universidad del Magdalena, nuevamente con el liderazgo de Carlos Caicedo, estamos cambiando la ciudad, y yo voy a darle continuidad a lo que hoy los samarios deben defender”, recalcó el hombre de “Sigamos con El Cambio”.
La campaña de Rafa Martínez comunicó finalmente que el candidato y su equipos de voluntarios continuará por zona urbana y rural de Santa Marta con intensas jornadas para sumar masivo respaldo y para conquistar la aceptación de aquellos samarios que aún no se deciden por quién votar.
