Entre el abultado recaudo en peajes y la ausencia de mejoras notables en la infraestructura vial plantea interrogantes sobre la gestión y transparencia en el manejo de estos fondos.
Santa Marta-Ciénaga, es uno de los corredores más importantes que integran el sistema vial del Departamento del Magdalena, no sólo porque permite la conectividad entre el centro y el norte del país, sino por el volumen de recursos públicos que genera producto del recaudo de los peajes que sobre este operan.
Desde el año 1992 a través del Convenio N° 640, este corredor fue concesionado. Después de adicionarse a este Convenio en 2003, el tramo de carretera Santa Marta-Ciénaga, en 2006, mediante licitación fue adjudicado al Concesionario Ruta del Sol II, el Contrato de Concesión N° 229, “Para la Financiación, Construcción, Mejoramiento, Rehabilitación, Operación y Mantenimiento del Proyecto Ye de Ciénaga-Santa Marta-Quebrada del Doctor-Mamatoco”. Según información oficial, hasta el 2022, Ruta del Sol II, había recaudado por concepto de peaje la suma de $943.695.891.200. Es decir, casi $1 billón de pesos que no se reflejan en la calidad de las obras ni su mantenimiento.
El contrato de Concesión, además de construir los corredores Ye de Ciénaga- Santa Marta y Vial Puerto, Ruta del Sol II, está obligado a realizar el mantenimiento de estos y del tramo Ciénaga-Barranquilla (Clausula 30).
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Entre las actividades de mantenimiento rutinario se estipularon: rocería, limpieza de pontones y obras de arte, limpieza de calzadas, cunetas, descoles, zanjas de coronación, limpieza de señales y defensas metálicas, sellado de fisuras y grietas en pavimento asfáltico, parcheos, empradización y arborización y retiro de derrumbes, estabilización de taludes.
Contrario a lo requerido, lo que se observa en el corredor a lo largo de su recorrido, es deterioro por la falta de cuidado y de reposición oportuna de materiales necesarios para garantizar la seguridad vial. Con mayor frecuencia se evidencian huecos, deficiente señalización y demarcación vial, la falta de tachas reflectivas, así como el deficiente mantenimiento de la arborización.
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Ante las visibles fallas del Concesionario Ruta del Sol II, es inevitable preguntarse ¿Dónde está la interventoría a cargo del Consorcio AFA-SMA? ¿A dónde se han dirigido los recursos qué deberían invertirse para que este corredor no solo luzca, sino que opere acorde con los ingresos que genera para el Departamento del Magdalena?
La falta de mantenimiento adecuado en las vías a pesar de la considerable recaudación puede generar diversas afectaciones:
- Seguridad vial comprometida: Carreteras en mal estado aumentan el riesgo de accidentes y peligros para los conductores y peatones.
- Costos adicionales para usuarios: Vehículos pueden sufrir daños que implican gastos inesperados en reparaciones por el mal estado de las vías.
- Impacto en la economía local: Dificulta el transporte de bienes y personas, afectando la productividad y el desarrollo económico de las regiones aledañas.
- Imagen negativa del país o región: Carreteras en mal estado pueden disuadir a turistas e inversionistas, impactando la imagen y el crecimiento de la zona.
- Descontento social: Genera frustración y descontento entre los ciudadanos que esperan servicios de calidad a cambio de los impuestos y peajes pagados.