Ampliar la pista actual del aeropuerto Simón Bolívar sería una opción más viable que reubicarse, según el experto, contrariando a los análisis realizados por el Ministerio de Transporte.
Después de la publicación del artículo en EL INFORMADOR, donde se exploraron los posibles beneficios del traslado del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en una entrevista con Alberto Zuñiga, el equipo periodístico continuó su investigación consultando al Arquitecto Erick Del Castillo. Tras conversaciones con miembros de la aeronáutica, Del Castillo ha aportado su análisis y conclusiones sobre lo que sería más beneficioso para el futuro de Santa Marta en relación con este importante cuestionamiento por parte del Ministerio de Transporte.
El edificador expresó sus preocupaciones sobre los efectos negativos que podría tener el traslado del aeropuerto en la competitividad turística de Santa Marta. Señaló que el tiempo necesario para reestructurar toda la operación aérea en otro lugar podría provocar un rezago significativo, mientras que el actual aeropuerto se quedaría corto en su oferta de servicios.
También destacó la alta inversión requerida para establecer un nuevo aeropuerto en un área rural sin infraestructura adecuada, así como los desafíos relacionados con licencias ambientales, seguridad de las operaciones aéreas y el aumento de los costos para los viajeros y el turismo local.
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Además, Del Castillo resaltó la importancia del aeropuerto para la economía local y la pérdida potencial de empleos si se llevara a cabo el traslado. Argumentó que la autonomía de Santa Marta sobre la terminal se vería comprometida y que los supuestos beneficios de liberar los terrenos actuales para desarrollos turísticos podrían no compensar los aspectos negativos.
El análisis actual del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar revela que, a pesar de sus limitaciones actuales, la terminal ha sido un componente vital de la infraestructura de Santa Marta durante más de seis décadas. Con una ubicación estratégica y vistas panorámicas únicas, el aeropuerto ha sido un punto de entrada emblemático para los viajeros que llegan a la ciudad.
Aunque se reconoce la necesidad de ampliar la pista para garantizar la seguridad y capacidad operativa, Del Castillo sugiere que esto puede lograrse sin necesidad de trasladar todo el aeropuerto. Propone un plan de desarrollo gradual que incluya la adquisición de terrenos adyacentes y una renovación urbana a largo plazo para satisfacer las necesidades de Santa Marta en las próximas décadas.
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El análisis del arquitecto
El análisis actual del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar revela su ubicación estratégica en la Comuna 8, que limita con la franja costera al oeste y el barrio Aeromar al este. Con una pista asfaltada de 1.700 metros de longitud y una amplia gama de servicios que incluyen puentes de abordaje, bandas transportadoras de equipaje, y áreas comerciales y administrativas, el aeropuerto ya es un componente esencial de la infraestructura de la ciudad.
“El plan maestro aeroportuario propone dos fases adicionales que prometen hacer de esta terminal una de las más competitivas en la región. Actualmente ubicado a 16.5 km del centro de la ciudad, el aeropuerto garantiza traslados rápidos y convenientes para viajeros y visitantes. Su ubicación panorámica sobre la franja costera lo convierte en una puerta de entrada icónica para los viajeros, resaltando la belleza natural de Santa Marta.” indicó Del Castillo.
Por otra parte, el experto en el tema manifestó que aunque se reconoce que la principal limitación del aeropuerto radica en el tamaño de su pista, se sugiere que esta dificultad puede superarse mediante una ampliación al sur, aprovechando el espacio disponible sobre el mar.
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Además, señala la oportunidad de adquirir terrenos adicionales para facilitar el crecimiento y desarrollo futuro del aeropuerto, proyectando una expansión que garantice su relevancia durante las próximas décadas.
Desde la perspectiva del arquitecto Del Castillo, el aeropuerto Internacional Simón Bolívar es más que un simple equipamiento; es un hito urbano que ha desempeñado un papel fundamental en la historia y el turismo de Santa Marta durante los últimos 60 años.
En resumen, el debate sobre el futuro del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar plantea importantes interrogantes sobre el desarrollo sostenible de Santa Marta y su industria turística. Con opiniones divergentes y consideraciones complejas en juego, queda claro que cualquier decisión debe tener en cuenta el equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación del patrimonio y la identidad de la ciudad.