Colegio Simón Rodríguez, resignación en medio del desespero

Por la falta de aseadores en la institución, los estudiantes también han asumido la responsailidad de ayudar con la limpieza de las instalaciones.

Distrito
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Tras varios intentos fallidos ante la secretaría de Educación para obtener respuesta por la falta de personal de aseo y mantenimiento, la comunidad educativa tomó las riendas de la situación buscando darle una solución temporal a la problemática por la cual atraviesan.

El colegio Simón Rodríguez, ubicado en el corazón del barrio Mamatoco, alberga en sus cuatro sedes a más de mil niños y niñas que asisten a clases diariamente con la intención de dedicarse únicamente a aprender. Sin embargo, en los últimos meses han estado padeciendo una problemática que ha distraído a estudiantes y maestros de sus tareas principales.

La institución está nombrada en honor a un educador, escritos y filósofo venezolano, que con sus conocimientos pudo guiar a Simón Bolívar en su misión libertadora, de esta misma forma los docentes buscan educar a cada alumno vinculado, pero las situaciones a la que se están enfrentando empiezan a dificultar la labor.
La institución espera poder suplir las necesidades de aseo con una rifa.
La institución espera poder suplir las necesidades de aseo con una rifa.

Antecedentes de la problemática

Como EL INFORMADOR ha informado anteriormente, la institución sufre de un déficit en cuanto a personal administrativo se refiere. La secretaría de Educación ha sido ineficiente con el constante llamado hecho por alumnos, docentes y padres de familia: el colegio necesita urgente cuatro aseadores al menos y una persona de mantenimiento; desde hace cuatro meses no cuentan ni siquiera con una persona que se dedique a estas labores y las consecuencias ya son notorias.

Según explica el rector, Calixto Liñán, los pedidos ante el secretario de Educación distrital han sido innumerables. Debido al inesperado cambio de administración presentado en la ciudad en meses anteriores, Álvaro Lastra, secretario de Educación, pidió tiempo a la comunidad del Simón Rodríguez, prometiendo que terminadas las vacaciones de mitad de año el problema estaría resuelto.

La sorpresa fue grande cuando, al regresar a la jordana de estudios, todo seguía igual y para terminar de nublar el panorama, el secretario hizo saber que tras el retorno de Rafael Martínez a la alcaldía, fue removido de sus funciones en torno al sector educativo, situación que lo dejaba ‘maniatado’ y con muy pocas posibilidades de avances con respecto al personal de aseo y mantenimiento.

Padres de familia involucrados

“Es necesario que la alcaldía haga el nombramiento de los educadores y el personal que hace falta porque los perjudicados son los niños. No es lógico mantener el colegio en ese estado, teniendo un alcalde que, se supone, debe responder por estos planteles. A estas altura del año, todavía nosotros sin personal de aseo y con los docentes incompletos”, explica Maritza Pinedo, abuela de dos niños estudiantes del Simón Rodríguez.

La última respuesta obtenida por parte del secretario se convirtió en un llamado a la resignación, fue en ese momento que empezaron a buscar soluciones propias para mermar el problema. Luego de varias reuniones con la asociación de padres, surgió la iniciativa del trabajo comunitario, es decir, papás y mamás se turnaría para hacerse cargo del aseo de la institución y, los que no pudieran, donarían dinero para darles algún incentivo económico.

“Armamos tres comisiones, una que se iba a encargar de ir a la secretaría de Educación a reclamar soluciones; otra encargada de recaudar las donaciones de los padres de familia y otra en la que estaban los padres que vendrían a limpiar el colegio, va a sonar increíble, pero la comisión más funcionó fue la de limpieza. Venían en las tardes y limpiaban las cuatro sedes”, cuenta el rector. No obstante, las labores fueron realizadas por escasos diez días porque los recaudos de dinero fueron muy bajos.
Padres de familia involucrados en las las labores de aseo.
Padres de familia involucrados en las las labores de aseo.

“No todos los padres aportaron económicamente porque la verdad quien debe solucionar esto es el Distrito”, agrega la señora Maritza Pinedo.
El colegio volvió al estado de suciedad del que tan desesperadamente intentaba salir, esta vez las opciones parecían estar más reducidas. Ni la Alcaldía ni la Gobernación toman parte en la solución del problema.

“Al colegio llegaron unos funcionarios de Essmar, la empresa de aseo de la ciudad, pero manifestaron que sólo limpiarían el patio pues no tenían obligación de limpiar salones ni baños. Esto se ha convertido en una crisis de salud, las niñas pequeñas no pueden hacer sus necesidades en el baño de estudiantes. Como docentes nosotros sentimos el compromiso de darles a ellos lo mejor, si no hay aseadores no podemos garantizarles ni siquiera un baño limpio” dice la docente de primaria Luz Estela Jaraba, agregando que aunque los niños ayudan por mero sentido de pertenencia, no es algo que les corresponda a ellos.

La solución temporal

Luego de volver a convocar a docentes y padres de familia, y contando únicamente con la voluntad de la comunidad, se llegó a la decisión conjunta de llevar a cabo la rifa de una bicicleta para poder cubrir los gastos estimados en el área de aseo y mantenimiento en lo que resta del año, por la falta de apoyo de las administración distrital y departamental.

Según las matemáticas hechas por el cuerpo docente y el rector, los fondos recaudados con la venta de las boletas serían suficientes para contratar, hasta el mes de diciembre, al menos a dos de las cuatro aseadoras que el colegio necesita con prisa, contando con que en el 2020 el Simón Rodríguez pueda poner un punto final a toda esta travesía que tanto ha afectado al cuerpo administrativo, docente y estudiantil.
La comisión de padres encargados de la limpieza funcionó con eficiencia por más o menos diez días.
La comisión de padres encargados de la limpieza funcionó con eficiencia por más o menos diez días.

“Como docentes nosotros sentimos el compromiso de darles a ellos lo mejor, si no hay aseadores no podemos garantizarles ni siquiera un baño limpio”

Para cubrir los gastos estimados en el área de aseo y mantenimiento en lo que resta del año, la comunidad educativa decidió llevar a cabo la rifa de una bicicleta.