Tres zarpazos del Atlético, uno en la primera parte y dos en la fase final del choque, hicieron enmudecer al Ramón Sánchez Pizjuán (0-3) y que el equipo madrileño consiguiera su segunda victoria del campeonato, frente a un Sevilla que peleó mucho en la segunda mitad por el empate pero que recibió un excesivo castigo.
El equipo local no encontró la fórmula en la primera parte, en la que el Atlético controló bien en todas las facetas del juego, pero en la segunda se hizo merecedor a marcar ante un rival que tiene los conceptos muy claros y que no perdonó cuando tuvo la ocasión.
Presionó el equipo visitante desde el inicio y muy adelantado con Fernando Torres, que fue el elegido por el argentino Diego Simeone para jugar de delantero centro, incomodando a la pareja de centrales locales, el francés Adil Rami y el portugués Daniel Carriço, quien volvía tras una lesión.
Los de Unai Emery tuvieron problemas para sacar el balón jugado desde su campo pero, ante esa circunstancia, el juego directo fue un recurso para que llegara a Fernando Llorente, al que el técnico guipuzcoano hizo debutar de titular sin prácticamente período de adaptación, pues llegó en la noche del pasado jueves procedente del Juventus de Turín.
Cuando parecía que el empate del Sevilla podía llegar en cualquier momento, pero fue el Atlético, en uno de sus escasos contragolpes, el que puso el 0-2 por mediación de Gabi Fernández, quien se aprovechó de que su remate lo desvió al fondo de la portería Krychowiak, con lo que el partido quedó sentenciado, y más cuando el colombiano Jackson Martí-nez puso el tercero poco después de ingresar al terreno de juego.
