Por: Alberto Camilo Blanco Jiménez
Cayó a tan bajos niveles que tuvieron que pasar 36 años, para que pudieran estar en una Copa del Mundo. Otra generación, de buenos jugadores aparecieron con el objetivo de devolverle el poderío perdido y guiados por Ricardo Gareca, se presentaron a la Copa América de Chile en el 2015, donde ocuparon un tercer honroso lugar. En la Copa América Centenario en Estados Unidos, en la fase de grupos se ubicó en el primer lugar con 7 puntos y clasificó a cuartos de final con Ecuador, dejando a la vera del camino a Brasil y Haití en el grupo B, en cuartos de final, fue eliminado por Colombia, desde el punto penal, pero dejó una buena sensación en este certamen. Ese productivo proceso le posibilitó volver al Mundial de Rusia. A manera de balance en ese evento, perdió en un juego parejo con Dinamarca uno por cero, cayó ante Francia, por el mismo marcador y se despidió con victoria ante Australia dos por cero. A pesar que no pasó a la siguiente ronda. En términos generales su desempeño fue positivo.
Ahora, en la Copa América de Brasil 2019, que acaba de concluir, empató sin goles ante Venezuela, goleó tres por uno a Bolivia y fue goleada por Brasil cinco por cero. Aunque clasificó a cuartos de final, se pensó que de ese golpe no se levantaría y contra todos los pronósticos ante la poderosa Uruguay, emergió como el ave fénix y la eliminó desde el punto penal. En la semifinal le dio un repaso a la experimentada Chile, con buen fútbol refrendado por tres certeros golazos. A estas alturas del torneo, evidenció que tenía ropa para enfrentarse a la favorita selección del Brasil.
En la final, salió a jugarle a Brasil en igualdad de condiciones, hasta el punto que presionó al local, en su propia zona, con buen control del balón y manejo de los ritmos de juego, al no permitirle transiciones rápidas. La inspiración solo duró quince minutos, hasta cuando Dani Alves, evade la asfixiante marca de Carrillo y de un pase largo, se la sirve a Gabriel de Jesús, por derecha, elude a Trauco y centra al segundo palo, donde llega libre Everton y anota. El onceno Inca empata de penal con Paolo Guerrero a los cuarenta y cuatro del primer tiempo y cuando pensábamos que las cosas serían a otro precio, en la reposición de esta etapa, Yotún se excede en el transporte y Firmino, le quita el balón, se lo entrega a Arthur y por dentro se la cede a Gabriel de Jesús, quien convierte el segundo. En la segunda fase, Perú creo opciones, pero no concretó. Brasil de penal con Richarlisson, puso el tres cero definitivo. Guerrero, Tapia, Cueva, Gallese, Advíncula, Carrillo, Yotún, Flores, entre otros, fueron protagonistas del nuevo posicionamiento del balompié peruano en el concierto mundial. Sino trabajan la formación de nuevos valores en las categorías menores, estos jugadores históricos como en el ayer no tendrán relevo generacional.