Tal parece que las estrategias implementadas por las autoridades locales en materia de seguridad para los espectáculos de gran magnitud como los partidos de fútbol han sido ineficaces.
Previo a un evento de tal importancia para un grueso número de ciudadanos de diversas edades y distintas clases sociales, las reuniones que estiman los niveles de protección para los asistentes mantienen más reparos que aciertos.
Para la muestra los bochornosos hechos acaecidos en el partido contra Atlético Nacional acontecidos el 24 de febrero donde hubo herido a puñal dentro del estadio Sierra Nevada, minutos antes de empezar el encuentro y trifulca a la salida del cotejo entre grupo de fanáticos con la Policía, algo previsible, pero para nada inevitable.
Desde la Administración Distrital las decisiones ‘blandas’ tomadas para el control de las barras, alentando el apoyo sano al equipo Unión Magdalena por parte de sus integrantes, deben equilibrarse con acciones contundentes contra quienes atenten contra el buen espectáculo, algo que no ocurre.
La responsabilidad directa del Distrito, representado por el secretario de Seguridad Camilo George Díaz, se evidencia en las reiteradas fallas en cuanto a la reducción de robos y asesinatos, sumándose el descontrol que se ven a las afueras del estadio Sierra Nevada en el sector de Bureche.
Hoy se realizará otro consejo de seguridad, el cual congregará a los organismos responsables de mantener el orden para los partidos de local. El compromiso de este domingo ante el Atlético Junior marcará otro reto que se espera logre los objetivos propuestos, pero del “dicho al hecho hay mucho trecho”, y de nuevo las dudas ciernen sobre sí en realidad los uniformados podrán evitar disturbios entre barras, robos a aficionados y el caos vehicular que cada fin de semana se observa en los alrededores del máximo escenario deportivo de los samarios.