Andrés Solano Dávila: entre el querer y el poder ser en el fútbol

Andrés, ha practicado con la mayor del Atlético.

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Los seres humanos en cierta medida no son lo que pueden ser, sino lo que quieren ser, en ese ámbito del querer, tiene mucha trascendencia lo emocional y específicamente la pasión, que te impulsa a realizar las actividades de tu predilección, con la ley del menor esfuerzo aunque parezca paradójico porque cuando uno hace lo que le gusta no requiere sacrificarse de ninguna manera, debido al disfrute que te produce esa actividad.

Por: Alberto Blanco Jiménez

En el caso particular por ejemplo de los deportistas, el entrenamiento se constituye en un placer, de tal manera que no sienten cansancio en la prolongación del tiempo en sus ejercicios de la respectiva disciplina muscular. En ese contexto, traemos a cuento al joven Andrés Solano Dávila, quien desde niño, tuvo en su casa un sinnúmero de juguetes electrónicos a su total disposición,  pero  prefería  patear un balón y seguir detrás de él  con una especial atención  que le permitiera gozar al controlar y predecir sus movimientos. Allí en ese ambiente lúdico característico de la infancia, quizás quedó atrapado para siempre por el fútbol y su vida transcurriría paralelo al recorrido de un balón.

Las exigentes obligaciones académicas del Colegio “Bureche”,  no fueron obstáculos  para seguir detrás de un balón en sus primeros años de estudio, de tal forma que su jornada escolar transcurría entre las aulas y la cancha.  Justamente , en el gramado de esa prestigiosa Institución Educativa y al fragor de los torneos internos tiene la feliz ocasión de conocer en el año 2008, al licenciado en Educación Física: Jesús Vargas, quien por esas calendas ya contaba con más de diez años de experiencia en el fútbol profesional, como preparador físico del Unión Magdalena. En ese escenario,  coinciden  el Estudiante con unos desbordantes deseos de ser futbolista y el Maestro con unos sólidos saberes para orientar su vida deportiva en el evento en que  cumpliera a cabalidad con el programa  de fundamentación personalizada.

El querer ser futbolista, de Andrés Solano Dávila, queda evidenciado  al responder a las pruebas  de desempeño físico  estipuladas en plan de trabajo. Sumado a ello, el estricto cumplimientos a los horarios de entrenamientos que incluía hasta los lunes feriados y ni siquiera los paseos familiares propio de estos puentes festivos, fueron excusas para no asistir. Tampoco las salidas pedagógicas, lo sacaron de sus obligaciones. Aquí comprueba el profesor Vargas, que el niño tenía toda la actitud, para trascender en este exigente deporte.  Sus aptitudes, o digamos mejor, sus habilidades y destrezas, tampoco se quedaban atrás, al mostrar unos altos desempeños competitivos  para sobresalir en el balompié.  Incluso, hasta en su condición fisiológica, presentó  unos buenos rangos de  oxígeno  en la sangre que sorprendió positivamente al reconocido Médico Deportólogo:  Edgar Sánchez Comas y por supuesto a Vargas. Allí entendieron una vez más, que Andrés  podría llegar lejos en el empinado y pedregoso camino del fútbol.

Luego de un todo proceso de preparación física y fundamentación, en el equipo de su Colegio, bajo la tutoría de Vargas, se presenta a una convocatoria internacional en las categorías menores  del Real Madrid en la capital Española. De los 500 niños aspirantes, pasaron 3 los exámenes y entre ellos, el Samario. En esta estación internacional de su vida deportiva, el Profesor Vargas, se siente supremamente complacido por haber participado en el acompañamiento del crecimiento del niño Andrés.  El Real, lo envía a un club formativo alterno conocido como “Canilla” y tiempo después, se interesan por el menor, los Directivos de Atlético de Madrid y en este club ha cumplido un riguroso  pero exitoso recorrido en sus distintas categorías donde ha obtenido más de seis títulos. Hoy, a sus 19 años Andrés Solano Dávila, actúa en el campeonato de la “B” del fútbol Español y ya el técnico Diego Simeone,  ha observado su talento en la marcación derecha e incluso lo ha llamado a entrenamiento con el equipo de la liga.

El proceso de querer ser futbolista no ha sido una ruta primaveral únicamente, porque también en el camino de su preparación ha pisado espinas que por poco lo sacan definitivamente del balompié competitivo, como la grave lesión de rodilla que le ocurrió en Barranquilla, cuando vino de España y se presentó al Estadio Romelio Martínez de Barranquilla, para ser observado por los entrenadores de la Selección Colombia: “El Chamo” Estrada y David Pinillos. Permaneció casi un año entre clínicas y consultorios médicos, en procura de su recuperación. Fue quizás el momento más doloroso de su vida al ver truncado sus deseos de trascender en el fútbol. Afortunadamente y en gran medida a sus inmensas ganas de regresar a las canchas, le permitieron sanarse totalmente y volvió con la pasión de siempre a España para continuar su carrera deportiva.

Hoy, Andrés Solano Dávila, espera una oportunidad en el equipo de arriba del Atlético de Madrid. Su actitud y sus condiciones, seguramente lo va a llevar al pináculo del balompié mundial, porque repito, los seres humanos, no son tanto lo que pueden ser sino lo que quieren ser y ese ha sido su pasión de toda la vida, que lo ha llevado a figurar en el privilegiado balompié Ibérico.

Jesús Vargas, descubrió su talento.
El samario esta a un paso del primer equipo.
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