La fundación Juventud Líder, han sido testigo durante tres años de cómo el escenario que una vez fue noticia en los medios más reconocidos del mundo, hoy es sinónimo de abandono y malogro.
En un 24 de octubre del 2015 se comenzó a escribir una nueva historia para la población de Nueva Venecia, un asentamiento de pescadores que se encuentra incrustado en medio de la Ciénaga Grande del Magdalena. La fecha en la que hacemos referencia se convirtió en un nuevo renacer para los casi 3.000 habitantes, pues por fin, serían testigos de la gestación de una iniciativa que tuvo el deportista más destacado de nuestro país en la actualidad, nada menos que el mismísimo Radamel Falcao García, quien luego de muchas visitas a esta olvidada población logró dar la noticia para estos lugareños, quienes serían beneficiados con la construcción de un complejo deportivo.
Dicha idea terminó en un movimiento a nivel internacional, que dio como resultado la creación de la primera cancha en el país sobre el agua, sin embargo y luego de 16 meses de su inauguración el presente de este complejo el cual costó $ 700 millones, hoy según la activista y una de las líderes de la fundación Juventud Líder, Liliana Domenech, se ha convertido en una trampa mortal para cientos de niños cuya única diversión es patear un balón.
La fundación Juventud Líder, han sido testigo durante tres años de cómo el escenario que una vez fue noticia en los medios más reconocidos del mundo, es sinónimo de abandono y malogro dejando un rastro de olvido certificado en cada malla rota, cada banca en mal estado y en cada pilar que sostiene la cancha y que se encuentran carcomido por el óxido enviando un mensaje a los entes Municipal y Departamental, “No dejen que la sonrisa de Nueva Venecia, desaparezca.Queremos que sea igual que aquel viernes 24 de octubre”
Liliana, señala “nuestra herramienta de trabajo más importante es la cancha pues es allí es donde desarrollamos Pases de Ilusión, que es un programa de educación a través del deporte donde se busca enseñar valores fundamentales como el respeto, la tolerancia, trabajo en equipo, disciplina, entre otros, sin embargo después de 16 meses no es posible entrenar en este lugar por el alto riesgo de accidentalidad a los que esta expuestos los niños, la cancha no tiene barandas, no tiene mallas que recubran y protejan a los niños de caerde alturas a más de 5 metros al agua, golpearse y ahogarse”.
La líder quien ha trabajado con jóvenes entre las edad de 6 a 16 años agregó un tema primordial y que amenaza con destruir el escenario “el grado de oxidación que se presenta es muy grande debido a la salinidad del agua y lo que puede generar un tragedia con el paso del tiempo” la exposición permanente de los pilares que sostienen a la cancha se ven deteriorados gracias al oxido que genera su contacto con las aguas de la Ciénaga.
Más allá de las buenas intenciones con la creación de este espacio deportivo impulsado por el máximo goleador de la selección Colombia, hoy podría tener un final triste, sino existe una intervención pronta, ya que esta problemática afecta enormemente a la población infantil de Nueva Venecia ya que el tiempo de ocio es mayor impulsando así a los niños y adolescentes a los malos hábitos.
Un mensaje de SOS
Con esta problemática planteada la cual se evidencia que terminará como la mayoría de las iniciativas del Magdalena, a la espera de un ‘milagro’ para su solución, tiene un ángel que vigilará que el ‘campo Falcao’ no se convierta en una obra para el recuerdo, es por eso que Liliana, espera que el goleador del Mónaco y quien nació en la capital del Magdalena, ponga nuevamente la atención sobre el complejo el cual de no haber sido por su altruismo no hubiese sido una realidad.
