La novena local ganó todos sus compromisos en este torneo para coronarse luego de 44 años en unas justas bolivarianas.
A pesar de enfrentar a rivales con trayectoria en la pelota caliente como Venezuela y Panamá, Colombia no tuvo miedo y su brillante participación en el pasado Clásico Mundial, con otros nombres la llevó a los Juegos Bolivarianos para conquistar el metal dorado del béisbol.
La selección tricolor superó en la gran final a Panamá 6 carreras por 4 en el nuevo estadio de béisbol de Santa Marta.
Los locales pegaron primero. En la parte baja de la segunda entrada Ávila conectó un sencillo para fletar a Alfaro.
La novena panameña respondió en la tercera entrada al anotar un racimo de tres carreras. Los canaleros castigaron con rayitas los errores de la defensiva colombiana. El grandeliga y receptor del seleccionado colombiano Alfaro, que dejó ir la pelota en un lanzamiento, y Abraham Atencio aprovechó para robar base y anotar el 2-1 parcial.
Destacaron en este tramo en los centroamericanos Édgar Muñoz y Adolfo Reina. Panamá ganaba por 3-1.
Colombia reaccionó en el quinto capítulo con imparables de Ávila, Noriega, Charlie Mirabal y Snaider Batista. Los locales le daban la vuelta a la pizarra y ganaban momentáneamente 5 carreras por 3.
En ese momento del partido los panameños extrañaron al abridor Davis Romero, la gran figura del partido contra Venezuela en la última jornada del todos contra todos y que no pudo estar en este encuentro.
Colombia, con un resultado de 5-3, comenzó a sellar el marcador gracias al trabajo del lanzador Karl Lewis Triana, que dificultó el trabajo de sus rivales cuando tenían que batear entrada a entrada y se consolidó como la gran figura del encuentro.
Panamá se acercó en la octava entrada en el marcador con una nueva carrera, pero los locales sellaron el encuentro con otro sencillo de Álvaro Noriega, uno de los hombres destacados de la novena colombiana en el torneo de Santa Marta.
Los canaleros no volvieron a encontrar su mejor juego en la última y al final perdieron el oro con los anfitriones, que se consagraron en el béisbol bolivariano después de 44 años cuando se quedaron con el título en los Juegos realizados precisamente en Panamá en 1973. El bronce se lo llevó Venezuela, que a primera hora derrotó por 5 por 1 a El Salvador.
