Otro traspiés sufrió el Unión Magdalena, tras empatar con Atlético Huila, el pasado sábado en el estadio Sierra Nevada, en un partido crucial en las aspiraciones de mejorar su posición en la tabla del promedio del descenso, teniendo en cuenta que el rival también se encontraba en zona de riesgo con los mismos 118 puntos, del onceno 'Bananero'. Al final un empate con aroma de victoria para el visitante y un empate con sabor a derrota para el local, que le deja un ambiente de preocupación, por la poca eficiencia del equipo en función ofensiva en estos dos primeros juegos.
Las llegadas sobre el pórtico de Banguera, se dieron fundamentalmente en jugadas de pelota quieta, pero mal cobradas desde los costados y los frontales sin la potencia necesaria y la dirección acertada, de tal forma que no se aprovecharon estas opciones para abrir el marcador. En cuanto a la producción ofensiva con balón en movimiento, fue escasa la penetración, debido a que por la banda izquierda de la zona medular Yulián Gómez, le faltó velocidad, para salir de la marca de Geovan Montes, el lateral derecho del Huila y cuando tuvo espacio para lanzar, centró de manera defectuosa y Brayan Correa, no pudo proyectarse con la fluidez requerida por ese mismo lado, en virtud a que Byron Garcés, no le dio ventajas a la hora de tapar la salida del defensor Samario; por la franja derecha, Unión tuvo algunas oportunidades al momento en que Jean Carlos Blanco, hacía unas diagonales hacia dentro y se juntaba con 'El Caballo' Márquez donde originaron un par de jugadas colectivas en ataque y desde atrás Christian Subero poco apoyaba en abrir cancha, por la presión que le ejercía el veloz mediocampista Yilton Díaz, de tal suerte que el flujo por este lado, tampoco fue eficiente.
Por dentro, se intentó llegar con Juan Carlos Pereira y Johan Valencia, quienes, desde la primera línea de la media cancha, trataron de darle profundidad al equipo, aunque Pereira, tuvo excesos en el transporte del esférico y cuando no se lo quitaban lo entregaba a un contrario, perdiendo claridad ofensiva el Unión, para colmo de males, Abel Aguilar, tampoco pudo cumplir con los deberes que implica jugar en zona de gestación, porque su brillante carrera deportiva la ha realizado siempre como mediocampista retrasado y entonces no pudo ser el enlace con Márquez por dentro, entre otras obligaciones ofensivas, ante esta dificultad “El caballo”, le tocó retrasarse para poder entrar en acciones de juego.
En la etapa complementaria, el ingreso de Luis Carlos Arias, por Yulián Gómez, al minuto 62, le dio dinámica al ataque e incluso fortaleza en la pelota quieta y al minuto 71, sale Aguilar y entra el juvenil Roberto Hinojosa, con él, se ganó en tenencia, movilidad y llegadas. Al minuto 85, Márquez es sustituido por Rugery Blanco. En el remate del partido mejoró la batería ofensiva, pero no alcanzó para evitar el empate con sabor a derrota ante un rival directo en la carrera por el no descenso. Al final gran actuación del arquero Horacio Ramírez, quien se erigió en figura, al conjurar claras llegadas del Huila en contrataque.
Esperamos que más temprano que tarde, resuelva el entrenador Pedro Sarmiento, la ineficiencia ofensiva del equipo y propicie mayor intensidad en el juego, porque observamos lentitud en las transiciones de defensa a ataque, factor que aprovechó el Huila, para manejar a placer los ritmos del juego y a la postre, esta falta de dinámica contribuyó para que transcurriera el tiempo sin mayores contratiempos para el visitante salvo, sobre el final del partido con las variantes antes descritas que le imprimieron velocidad y penetración al ataque Samario. Profesor Sarmiento, los principios ofensivos hay que fortalecerlos sin debilitar los defensivos obviamente. Señores jugadores del Unión, el equipo por su incómoda posición en la tabla del descenso, no aguanta tantos malos pasos, por ello, demanda de ustedes la mayor eficiencia y eficacia en sus desempeños.