Así como perdió el respeto de la afición por su inmaduro comportamiento, también ha perdido el respeto de los defensores rivales que ya no lo ven como una amenaza dentro del área.
Y es que desde las primeras cinco fechas del actual campeonato donde el ‘burrito’ logró anotar cinco de las siete anotaciones con las que cuenta, el joven delantero no volvió a mostrar ese despliegue físico que lo caracterizó, tampoco ese movimiento en el área y mucho menos el olfato de gol que lo hizo figurar como una de las promesas del fútbol colombiano.
Los dos últimos goles del joven delantero fueron de cobro desde el punto penal, uno ante Junior y otro ante Patriotas, pero en jugada individual no se le ha vuelto a ver preciso, pues está siendo fácilmente referenciado y cuando tiene la oportunidad de definir la manda a cualquier lado, por lo que se ha convertido en un delantero de ‘cartón’, abucheado por su afición y con un futuro incierto.
