“Fue un desborde de e alegría del pueblo samario que al terminar el partido el domingo. Las gentes se volcaron a las calles para improvisar cumbiambas y recorrer la avenida del Libertador, desde la Villa Olímpica hasta el Paseo de los Fundadores al pie de la Bahía”, narra una crónica de EL INFORMADOR.
Cuentan que los bailes se tomaron la Campo Serrano; en algunas residencias fueron organizados bailes hasta el amanecer el lunes. Todo ello en forma pacífica dando ejemplo de civismo.
El alcalde Rodrigo Martínez Robles declaró al lunes siguiente día cívico.
Hasta desmayados
“Nunca se había presentado el caso en Santa Marta de que durante el desarrollo de un partido se desmayaran personas por la emoción.
Sin embargo el domingo varios fuero los casos que se registraron en las gradas de sombra y de sol...”, relataban en las noticias.
Muchas fueron las personas que tuvieron que ser sacadas de las tribunas por los mismos fanáticos, debido al estado de excitación.
Al salir del Eduardo Santos, buses, automóviles, y vehículos de todas las clases integraron una monstruosa manifestación que recorrió avenidas, calles y sitios específicos de la ciudad.
La gente celebraba con los rostros cubiertos de maicena y cargando racimos de banano.
