SANTA MARTA RUMBO A LOS 500 AÑOS

FALTAN:

Entre la degradación y glorificación de la mujer en la industria de la moda

Blogs
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


En la historia del arte, la figura humana siempre ha sido un medio de expresión, en la cual se realza de forma simbólica las diferente sensaciones, emociones y deseos encontrados. Convirtiéndose así, en el eje central de la obra de todo artista, solo basta con enaltecer formas, volúmenes, y demás; para lograr diversas pretensiones.

 El artista, como precursor de la verdad, otorga a el cuerpo, en especial al de la mujer, un papel de inspiración, musa e incluso diosa de creación, interpretando la sutileza de la feminidad elogiada durante siglos.

Actualmente la mujer ha pasado de ser una musa a convertirse en objeto del consumismo. Vivimos en un ambiente rodeado por la objetivación a la mujer, su cuerpo es clasificado como una cosa más, su figura es expuesta al ojo humano con el fin de despertar una tendencia de consumo. Incluso algunas sustancias químicas son liberadas durante el proceso percepción de ciertas imágenes, frases o slogans.

La moda ha jugado un papel muy importante en este método publicitario; la naturaleza de la moda siempre ha radicado en la fantasía y el deseo, palabras que van de la mano llevando consigo un doble sentido, donde el resultado final es la provocación.

Provocar una satisfacción vaga de anhelos, necesidades e instintos; las curvas de una mujer se mueven bajo la sombra de una marca que solo busca generar ganancias. En sí, se trata de utilizar referencias atractivas para los hombres, pero con la finalidad de atraer al público femenino.

En muchas fotografías publicitarias la figura femenina pierde identidad, solo se caracteriza por ser representada como un objeto sexualizado difícil de ignorar, pero sin ningún trasfondo. Miles de ganancias son generadas al año, por el trabajo de un equipo numeroso de personas que buscan causar algún tipo de impacto o remembranza en nuestra mente.

Un concepto es creado por un diseñador, basándose en los cánones de belleza del momento, cuerpos reducidos a máscaras y moldeados al antojo. La verdadera personalidad es subyugada, cualquier expresión de autenticidad u originalidad logra confundirse mediante la aceptación del público.

Gran cantidad de campañas publicitarias con proposiciones obsesivas, vulgares y manipuladas; tal es el caso de la primera campaña de perfumes para hombre realizada por el diseñador norteamericano Tom Ford en el 2007, bajo el lente del famoso fotógrafo Terry Richardson; senos y genitales son expuestos con la botella de la fragancia, parecía dar a entender que con aquel olor las partes intimas del cuerpo femenino estarían a disposición de cualquier hombre. Dicha campaña fue prohibida en varios países por su nivel de controversia, incluyendo Italia.

Más allá de una controversia, el usar una mujer sin cabeza, un trasero al aire, unos senos expuestos, facilita el hecho de ver la mujer como una forma sin individualidad; confirmando la supremacía del erotismo y del deseo masculino. La esencia de la mujer es vulnerada ante la superficialidad transmitida, las imágenes se comportan como espejos del comportamiento social del momento.

Otro ejemplo del mismo año, es la campaña de la casa de moda italiana Dolce and Gabbana, bajo el lente del talentoso fotógrafo estadounidense Steven Klein; donde una mujer se encuentra en el suelo, y un hombre pone una mano sobre su pecho, la situación recreada fue titulada por el público como “Gang rape” en español “violación en grupo”; ya que se observan varios hombres alrededor y la mirada de la modelo esta dirigida al horizonte dando a entender una sensación de rechazo.  Este sería un claro ejemplo de como la creatividad supera los limites de cohesión social, llegando incluso a promover la violencia de genero.

Calvin Klein es otra marca que ha realizado campañas controversiales a través de los años, tal fue el caso en el 2010, donde para su campaña de jeans, simulan un escenario similar al de Dolce & Gabbana en el 2007;  la modelo neerlandesa Lara Stone es capturada por el lente del dúo londinense Mert Alas y Marcus Piggott,  ella se encuentra vestida con un top, mientras es jalada del cabello por un hombre, otro hombre se acerca a ella y la toma por la espalda llevando sus pantalones de jean desabrochados; otra vez se encuentra una publicidad que estimula el abuso sexual.

Según el Instituto de la mujer de España, cualquier situación donde una mujer es puesta en una posición de inferioridad o se represente como un objeto, es considerada una situación sexista.

Marcas de moda dirigidas a una audiencia femenina, pero con las imágenes más sexistas y degradantes promovidas; proponen una gran contradicción del valor otorgado al cliente.

¿Porqué la mujer no supone un reclamo, y sigue consumiendo productos por los cuales ha sido ofendidas?, ¿Dónde queda la nueva tendencia de feminismo y empoderamiento femenino?, ¿Cuál es la verdadera identidad femenina si la humillación continua es aceptada?, ¿Qué necesidad tienen las marcas para emplear el cuerpo femenino de dicha forma?; estos son múltiples interrogantes sin resolver, señaladores del carácter antropológico de una industria como la moda, para la cual dictámenes de belleza, tendencias, estereotipos, y demás, resultan ser efímeros y que bajo el concepto de arte, dejan ver la carencia de principios y valores humanos, al igual de una ética presente en cualquier momento.  El resultado final consiste en un juego de supervivencia de la identidad.



Escrito por:
Andrea Cruz Mejía
Autor: Andrea Cruz Mejía
Bloguero de EL INFORMADOR



Publicidad