Cual relámpago que en el aire truena,
los corceles galopan en la playa,
entre sol, nubes y arena morena,
salpicando gotas de agua sin laya.
Prendido del ocaso, voy de hinojos,
surcando olas y amando tu cadera,
moviendo sirenas y peces flojos
por atrapar tu amor, a mi manera.
Millones de estrellas nos acompañan,
luciérnagas firmes en cielo eterno,
temblando besos que a tu boca arañan,
apagando en la arena al cruel invierno.
Mostrando al viento tus senos radiantes,
bañada en miel y en fragantes aromas,
derritiendo mi alma con tus desplantes,
allí estás, erguida entre las espumas.
Con tragos luengos a tu vida ingiero,
jamás a tu cuerpo perderlo quiero,
tampoco al alma que él cobija firme,
en ti quiero habitar, y en ti, dormirme.