Cae la niebla sobre tus hombros,
en la noche tu cabello se pierde,
sólo queda el brillo de tus ojos,
y el frío tenaz al cuerpo muerde.
Estiro mis brazos para abrazarte,
tus desnudos hombros se entregan,
tus senos y pezones sólo se excitan,
tus sedosos labios me dejan besarte.
Nadie se pierde en esta noche furtiva,
mis besos te aman y en los tuyos aúno,
la noche te embriaga y a mí me cautiva,
tu cuerpo y el mío, locamente en uno.
En medio de la nada somos un todo,
en medio de todo no existe la nada,
el uno dentro del otro somos el todo
y perdidos de todo dejamos la nada.