Hace pocos días nos visitó el papa número 266 de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio (papa Francisco).
Al papa se le conoce con muchos nombres, como: Santo Padre, Obispo de Roma, Sumo Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra, y El Sucesor de Pedro. De hecho, el día de su elección, al nuevo papa le colocan un anillo llamado El Anillo del Pescador, haciendo alusión al apóstol Pedro, cuya profesión era pescar en el mar de Galilea.
Según la Iglesia Católica, el apóstol Pedro después de predicar en Jerusalén, se trasladó a Roma donde se instaló como dirigente máximo de la cristiandad naciente, obedeciendo el mandato de Cristo de ser cabeza de la Iglesia y apacentar a sus ovejas. (Mateo 16, 13-20 y juan 21, 15-19). Según documentos de Orígenes y Eusebio de Cesarea, Pedro fue martirizado y crucificado con la cabeza para abajo, por el emperador Nerón, en el circo romano, en la Colina Vaticana, sepultado cerca de allí, donde el emperador Constantino I El Grande, construyó la Basílica de San Pedro, en el siglo IV de nuestra era. Después de la muerte de Pedro la iglesia pasó a ser dirigida por Lino (mencionado por Pablo en 2 Timoteo 4,21) quien gobernó desde el año 67 hasta el año 76, cuando murió martirizado, sucedido por Cleto, y éste por Clemente, y así sucesivamente hasta nuestros días.
El nombre explícito de Iglesia Católica (katholike ekklesia) lo encontramos por primera vez en la carta que escribió Ignacio de Antioquía (obispo de esa ciudad) a los habitantes de Esmirna (puerto marítimo de la hoy Turquía), en el año 110, era cristiana.
Pese a los constantes tropiezos como persecuciones, corrupción, cismas, escándalos, la Iglesia Católica ha podido sobreponerse a todos los embates en los que se ha visto involucrada y se ha mantenida unida por más de dos mil años.
En la actualidad la Institución sigue luchando contra los escándalos, las calumnias y los malos comentarios que de ella hacen sus enemigos, llegando a considerarla como la gran ramera del apocalipsis, y al papa como la gran bestia.
Resulta entonces inconcebible que una institución meramente humana haya podido sobrevivir a tantos acontecimientos adversos, a través de la historia. No se trata pues de una reflexión basada solamente en la fe, sino también en lo filosófico y racional.
Hasta nuestros días, ninguna institución o empresa, en la historia de la humanidad ha podido sobrevivir más de dos mil años. Solo algunos imperios como el imperio Egipcio y el imperio Chino han podido mantenerse por miles de años, pero con muchas modificaciones a través del tiempo.
¿Entonces, podríamos decir que la iglesia tiene asistencia divina? Mil trecientos millones de personas en el mundo creemos que sí. Otros, también creyentes, cristianos o de otras religiones, opinan lo contrario. Los ateos y agnósticos que son una minoría, niegan o dudan de la existencia de Dios.
Sea cual fuere la verdad, lo cierto es que el obispo de Roma inspira admiración y una sensación de paz en todas las personas (cristianos o no, ateos o no, católicos o no) que tienen la oportunidad de interactuar con él, o por lo menos verlo pasar. Además de un respeto universal que lo lleva a ser la persona más influyente de la humanidad, por encima de emperadores y mandatarios de superpotencias mundiales. ¿Tiene el papa asistencia divina? Es una opinión que cada uno puede tener, de acuerdo a su forma de pensar, ya que no puede ser medible, sustentable o comprobable, por tratarse de un teme de fe y no de ciencia.
