SANTA MARTA RUMBO A LOS 500 AÑOS

FALTAN:

Por parte de los indígenas Santos recibió un collar de cuatro cuarzos

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Los máximos líderes espirituales de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta -conocidos como 'mamas'- estuvieron discutiendo durante al menos un mes el mensaje que le iban a transmitir al nuevo Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

El debate se prolongó hasta las 2 de la madrugada de este 7 de agosto, pocas horas antes de la llegada de Santos a Seijua -lugar sagrado ubicado al norte de la Sierra-, donde estaba prevista una posesión simbólica del Mandatario a manos de los indígenas.

Fue una larga y profunda reflexión por parte de los líderes espirituales de los cuatro pueblos que habitan la Sierra: koguis, arhuacos, kankuamos y wiwas.

La espera valió la pena. Los 'mamas' decidieron que le entregarían a Santos un símbolo al que nunca antes habían acudido: un collar de cuatro cuarzos distintos que han pasado por manos indígenas, de generación en generación, desde sus ancestros tayronas. El significado de cada uno lo explicarían luego.

A pesar de haber trasnochado, madrugaron a preparar el recibimiento a Santos. El nuevo Mandatario llegó hacia las 7 y 30 de la mañana, acompañado de su esposa María Clemencia y sus hijos Esteban, María Antonia y Martín.

Allí, en Seijua, los indígenas dictaban el protocolo y ponían la agenda, como anfitriones de su casa, la Sierra Nevada de Santa Marta, a la que consideran "el centro del mundo". El primer paso del día fue conducir al Presidente y a su familia a un lugar de piedras sagradas, con el propósito de pedir permiso a los ancestros antes de iniciar la ceremonia.

Santos, María Clemencia, María Antonia, Esteban y Martín estuvieron atentos a las instrucciones de los 'mamas' y las siguieron al pie de la letra. Cada uno debía agarrar con sus dedos -de manera simbólica- unos hilos que reposaban sobre las piedras, para plasmar en ellos sus pensamientos y reflexiones.

Ya con el aval de los ancestros, Santos y sus hijos varones fueron llevados al templo sagrado, donde participaron de una ceremonia privada en la que el Presidente recibió el bastón de mando y el collar con los cuatro cuarzos.

Simultáneamente, María Clemencia y su hija María Antonia hicieron parte de una ceremonia en una vivienda aledaña. Allí, las mujeres del pueblo le dieron a la Primera Dama un huso -empleado para hilar algodón- y le explicaron a manera de símbolo cómo se teje y se construye la vida.

Terminadas estas ceremonias, los 'mamas' condujeron a la familia presidencial a las afueras del templo, para escuchar, como buenos estudiantes, las palabras sabias de los indígenas.

José de Los Santos Sauna, Cabildo Gobernador de los kogui -su representante político- y además vocero de los cuatro pueblos para este evento, explicó finalmente el significado de los cuarzos: el primero representa el buen gobierno y la sociedad; el segundo, evoca la fertilidad de la tierra; el tercero, el agua y el aire, y el cuarto significa los alimentos que requiere el ser humano.

El Presidente, dijo José de Los Santos, "debe ser un guardián de esos cuatro elementos". Explicó, además, que se trata de un collar que debe ser entregado en cuatro años, cuando Santos culmine su mandato. En su momento, el collar le sería impuesto a quien resulte elegido para el siguiente periodo constitucional, como ocurre con la Banda Presidencial.

Más que una transmisión de mando, lo que ocurrió en Seijua fue una invaluable transmisión de conocimiento. Koguis, arhuacos y wiwas son talvez los únicos pueblos indígenas en América Latina que han sobrevivido a más de 500 años de colonización y conservan hoy su lenguaje, creencias y manera de vestir. Podría decirse que son los indígenas más orgullosos y sabios de Latinoamérica.

El Presidente agradeció el gesto de los pueblos de la Sierra y aseguró estar comprometido con el respeto por su cultura y tradición. "La sabiduría de ustedes va a ser fuente de inspiración durante mi mandato", dijo. Destacó, además, el concepto de unidad de los indígenas en lo material y espiritual. "Nosotros también queremos la unidad de todos los colombianos y el respeto por nuestras diferencias", añadió.

Santos afirmó que honrará los conceptos que le piden defender. Dijo sentirse identificado con ellos y sugirió que mantiene una sintonía especial con los pueblos indígenas, porque los respeta y, cada vez, los comprende más: "Esto estaba predestinado", dijo.





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